La Fontaine supo crear fábulas inolvidables, dotando al género de una belleza, un ingenio, un agudo sentido del humor y un estilo propio que han hecho célebre su obra. Sus fábulas, conocidas en todo el mundo, siguen estando en las estanterías de todos los amantes de la lectura. 
Trabajar en clase con los alumnos más jóvenes usando las fábulas, permite al docente enseñar un idioma envolviendo la clase en un clima agradable y relajado, acercándoles al mismo tiempo al placer de la lectura. Para alcanzar este objetivo, es aconsejable crear un rincón de lectura en clase. Los alumnos dejan las sillas y se sientan en cojines para escuchar al profesor.